miércoles, 11 de julio de 2012

ROMANCE DE "VILLANUS ÁUREUS"

ROMANCE DE “VILLANUS ÁUREUS”

En el año 1758 el famoso científico, “Vete tú a Saber”, oriundo de los verdes prados de la lejana Escocia, encontró, por un casual, una nidada de huevos extraños y antiquísimos, por cierto, en una cueva profunda de Atapuerca. “Vete tú a Saber” los depositó, en custodia, en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Vigo hasta su regreso. Debía de partir en un velero hacia su Escocia natal para unirse a la defensa de unos fueros que pretendía abolir la Corte de Londres. Nunca volvió. Los huevos antiquísimos empezaron a eclosionar hace unos años y se ha podido comprobar que eran de los “Villanus Áureus”. “Vete tú a Saber”, conocía la existencia de los Dinosaurios (desaparecidos en un pasado remotísimo) y sabía que los había Herbívoros y Carnívoros. Pero él estaba convencido de la existencia de otra especie de la que no se conocían huellas: Los Dinosaurios Eurívoros, voraces predadores donde los haya, y para los que tenía reservado su nombre científico, en el caso de encontrar una pista de su existencia, les llamaría VILLANUS ÁUREUS. “Vete tú a Saber” murió sin conocer el éxito de sus investigaciones. Pobre hombre, con lo que hubiese disfrutado.

España, esta Patria mía
tan gloriosa y esquilmada,
mil veces enriquecida
y mil veces arruinada.
Tierra de héroes y pícaros,
tierra de garbanzos y habas.
tierra de místicos Santos,
de truhanes roba capas,
de trabucaris de Sierra
y ladrones con corbata;
tierra de cerdos ibéricos
y de chorizos, a manta.
Hoy surge el “Villanus Áureus”
rompiendo una dura cáscara,
nada más y nada menos
que predador con corbata.
Es una raza emergente;
surge en “generación espontánea”
y se instala en los Despachos
preferentes de la Banca
y, arruinando a la Entidad,
devora grandes tajadas
y deja temblando el Ente
y se va de rico a casa.
Son eminentes chorizos
que se embuten a mansalva.
Nacieron de especialistas
del mundo de las finanzas
y, como monstruos, entraron
para dirigir las Cajas
con discursos y promesas,
con fino traje y corbata,
de personas respetables
que engrandecerían las Cajas.
Todos hicieron discursos
con magníficas palabras
de sacrificio y entrega
en su misión sacrosanta:
dar a los impositores
rentabilidad, a manta;
los créditos, con justicia
y comisiones menguadas;
ayudas para familias
y sociedad amparada.
Después, el “Villanus Áureus”
cubre con duras escamas
de blindaje su contrato
y en su blindaje se ampara.
Si me voy, tantos millones
por la ruina ejecutada,
que el futuro es imprevisto
y, fuera, la vida es cara.
Hay ejemplares curiosos
que dan prestigio a la raza
de veros “Villanus Áureus”
si comparamos tajadas.
Líder es José Luis Pego,
por su fortaleza y gracia,
en las tierras de Galicia:
los meses en Nova Caixa
fueron nueve, más o menos;
la dirigió con tal gracia
que perdió tres mil seiscientos
llevando diez y ocho a casa.
Le sigue José Luis Méndez:
otros diez y siete manga
dando prestigio a esta especie:
“Villanus Áureus” de España,
que van poniendo los huevos
que encuban las otras Cajas.
Un nidal muy importante
fue la CAM; surgió manada
en cuanto la “Gran Choriza”
nació, rompiendo su cáscara:
se asignó sueldo y pensión
así, sin más, por las bravas
que, más tarde, un tribunal
vino a dejar en la nada.
Con ella “Villanus Áureus”
nacidos en la “nidada”
se arramplaron los millones
cuando se fueron a casa
dejando, de deuda real,
seis mil millones, del ala.
En la Caixa Penedés
Ricard Pagés y camarada
zamparon veinte millones
por ir, de gordos a casa
y dejaron una deuda
de mil millones en Caixa.
El otro “Villanus Áureus”
es de Catalunya Caixa:
Adolf Todó se blindó
con ocho millones, del ala,
cuando presidía Narciso
(dulce flor acobardada,
que perfumó la Moncloa
con clavicordio y sonatas,
enmusicando el Consejo
cuando Felipe mandaba)
y, después, solicitó
tres mil millones pa Caixa
que estaba con “culo al aire”
cual el Todó la dejara.
Fue, también, “Villanus Áureus”
insigne, Domingo Parra
que pactó indemnización
de siete millones (¡Qué ganga!)
por hundir Banco Valencia
además de la Bancaja.
Más de lo mismo, un tal Blesa,
que en Caja Madrid mandaba,
arrampló otros tres millones
cuando se fue para casa,
dejándole el embolado
a un tal Rato, ya con Bankia.
Es que, los “Villanus Áureus”
son predadores, por casta,
devoradores de euros
y privilegios, a manta.
Esta especie es peligrosa;
preciso es enrejarla;
que vomiten sus mordidas
y purguen las sus andanzas.
Ya no hay pan pa bocadillos
con los chorizos de España.
(León, 5 de Julio de 2012)

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