lunes, 3 de febrero de 2014

ROMANCE DE CONSECUENCIAS

Aquella España, de antes,
cuando llovía el dinero;
cuando la soga europea
nos sacaba del averno
de esa pobreza, blandengue,
que es la escasez del dinero
y nos upaba hasta Europa,
sacándonos del tercero
que es mundo, si no en penuria,
mundo de “quiero y no puedo”,
mundo de arrebata capas
y de Hidalgos pordioseros,
surgieron nuevos productos
en el campo chacinero.
Fue un cambio, dicen, brutal.
Pues vimos cómo, primero
montamos la Democracia,
tras un magnífico entierro,
y surgieron, bote pronto,
bajo los cantos roderos
políticos pa aburrir:
unos, llegaron en cueros;
otros, vestidos de pana;
otros, pegados al suegro;
otros, sin saber de escuela;
otros, que no hacen ceros
ni ayudados por canuto,
pero llegaron primero
a las Sedes de un Partido
y, allí, ocuparon un puesto.
Alguno entró de Botones
pa pegar sobres y sellos,
para acarrear carteles
de mítines por los pueblos
y hacer recados al jefe
que es un asunto de mérito.
Algunos de ellos llegaron
huidos de los colegios
al descubrir que el saber
lleva implícito el esfuerzo
de estrujarse la mollera
pa sembrar en el cerebro.
El trabajo, a estas personas
suele resultar alérgico:
les produce sarpullido,
calentón en el cerebro,
calambres en los riñones
y, en el alma, desaliento.
Así huyeron del trabajo
y buscaron su sustento
en las Sedes de Partidos;
pues, aunque entraran ciegos,
tenían la gran ventaja
de encontrarse jefes tuertos;
y ya, dentro de las Sedes,
con los sus carnés de estreno
empezaron a soñar
con la escalada de puestos.
Los coparon a codazos,
pisando a los compañeros,
con puñaladas traperas,
destapando algún secreto,
aplaudiendo a los ya altos
y limpiándoles traseros,
hasta que en las listas propias
ocupaban buenos puestos
y conseguían escaños
con los votos de los lelos,
colegas y familiares,
gentes de comarca y pueblo;
ilusos, que se esperaban,
aun sabiéndole “mostrenco”,
les consiguiese ventajas
para la comarca y pueblo:
tren de alta velocidad,
autopistas, aeropuertos,
buenos polideportivos,
y subvención de festejos.
Después viene el desengaño,
pues, al ser analfabetos.
ven al portavoz y pulsan
lo que ordena, con el dedo.
Caso abracadabrante
resultó el de Zapatero:
Diputado por León
que sesteó en Parlamento
durante un montón de años
hasta encallecer el dedo;
no dijo “oste ni moste”;
de tonto no enseñó el pelo,
pues al tonto se descubre
a fuerza de parloteo.
Se presentaron Primarias.
Convenciones, en secreto,
en casa de la Jiménez
pa poner un Líder nuevo:
cruasanes, los  cafelitos
y desinaron al Lelo
porque temían que Bono
pudiese rasurar pelos
y pretendían melenas
de prebendas y prebendos,
si sacaban candidato
al mudito jovenzuelo;
pa el manejo del “pelele”
tendrían los hilos ellos.
Lo que sucedió después
fue verlo para creerlo:
tras el brutal atentado
de moros dinamiteros,
vino a llegar a Moncloa,
do estableció el campamento
para dirigir sus huestes
a un descalabro tremendo,
(si pones una pistola
entre las manos de un necio,
sigue pistola en pistola
y peligrosa en un memo).
España en la puta ruina;
mantenedores, en puestos
rentables, sin palo al agua
y con grandes rendimientos;
bien colocados los suyos,
él al Consejo del Reino,
do seguirá sesteando
como fizo en el Congreso.
Nos dice, como disculpa:
--“Era mi primer empleo”.—
Con esta Partidocracia
que regalaron al pueblo
se nos fue la Democracia
por extraños recovecos
al “quinto pino”, unos dicen;
y otros dicen: “se fue al cuerno”.
La verdad es que, si buscas
un Catedrático entero
en las Sedes de Partidos,
solo encontrarás mostrencos
que huyeron de los estudios
porque implicaban esfuerzo.
La puñetera verdad:
“Votamos; pues no quejemos”.

(Madrid, 19 de Diciembre de 2012)


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