martes, 4 de junio de 2013

ROMANCE DE LA FOMENTINA

A  Ana  Fernández

En la Provincia de Córdoba,
si buscas, hallas un pueblo:
su apellido es la provincia
y por nombre lleva Priego;
o sea, Priego de Córdoba,
cuna de grandes portentos
que han dejado en su historia
extraordinarios recuerdos.
Niceto Alcalá Zamora,
primer Presidente electo
de la Segunda República
fue uno de estos sujetos,
aunque cierto día en Cortes
a su cara le dijeron:
“Usted es tonto en Alcalá,
en Zamora y hasta en Priego”.
Su tiempo de presidente
le resultó muy efímero,
pues le dieron calabazas
en examen del Congreso.
Este pueblo es la cuna
de un espléndido lucero:
Elena Cortés Jiménez,
se sueña gloria del pueblo.
Pudo ser Juana de Arco,
pero, al meterse en progreso,
cambió la fe en el camino
por convencimiento ateo;
religión y progresismo
son dos conceptos opuestos;
fue la razón de la quema
de iglesias y conventos
en la Segunda República,
que presidía Niceto.
Elena pudo ser rosa;
quedó en cardo cunetero
cuando se asomó al balcón
al paso del Nazareno;
realizó cacerolada
usando lenguaje obsceno
y se creyó superior
al reír la fe del pueblo,
ya que burlarse de Dios
es símbolo de progreso.
Elena, cual la Pajín,
es socióloga, de lejos,
ya que cursó en la UNED
para que sus compañeros
de Universidad, los torpes,
no ordeñasen su cerebro
y con el plagio lograsen
salir de putos catetos.
Edilesa de Cultura
(cordobés Ayuntamiento)
quiso imponerles la ciencia
de insultar a Nazarenos,
dado que a ella la mola
lo mismito que a Niceto;
a ella las procesiones
también la alteran los nervios.
Por esa puta manía
de poner analfabetos
que no tienen puta idea
ni ningún conocimiento
de los temas a tratar,
le dieron el Ministerio,
por socióloga lejana,
de Vivienda y de Fomento.
Estuvo en la Caja Sur
con sillón en el Consejo
y por reunión, tipo exprés,
cobraba trescientos euros.
Sucedieron mil desahucios
en Córdoba en aquel tiempo
y, por tener mucha prisa
en cobrarse los trescientos,
nunca se paró a pensar
en los grandes sufrimientos
de familias desahuciadas
sin cobertura de un techo.
Ella iba a lo que iba:
a rebañar los trescientos
en reuniones, rapiditas,
que es hacer oro del tiempo.
Hoy sufre y sufre la niña
y soporta el sufrimiento
viendo trepar a Colau,
(Ada sin hache, por cierto)
como crece grande, grande
por brutales escracheos.
Como lumbrera es a bruto,
es Fomentina a Fomento
y va diciendo a la Prensa
sus íntimos pensamientos:
--“¡Si yo no fuese Ministra
de Vivienda y de Fomento,
estaría ahora escracheando
a criminales peperos
que, chupando del erario
no hacen puto caso al pueblo;
el pueblo les ha elegido
y ahora ignoran sufrimientos
de quienes pierden sus casas
quedando entre tierra y cielo”.—
Así hablaba la niña
Fomentina de Fomento.
De pronto surge una luz
sobre su iluso cerebro:
--“Si el Banco embarga viviendas,
nosotros embargaremos
todos los pisos que embarguen.
Nosotros expropiaremos,
como Cristina a Repsol,
sin contar con justiprecio;
si ellos los tienen vacíos,
es justo les expropiemos.
Esas cinco mil viviendas
que de vacías tenemos
anunciadas en la Web,
es preciso que borremos;
son pa vender y arrendar
no pa cubrir los sin techo”.—
Quedó Fomentina horonda,
quedó Griñán sonriendo,
y, en la lejanía, Toxo
reía y tocaba un güevo,
pues la Ley de la Taruga,
Fomentina de Fomento,
les caen a Colau y a él
como llovida del cielo;
esa ley les justifica
seguir con los escracheos
y a saltar esas viviendas
de criminales peperos.
“Si ellos tienen el poder,
estos escraches son nuestros”.

(Madrid, 11 de Abril de 2013)


2 comentarios:

  1. Al principio me perdí un poco, pues desconozco el tema, pero siguiendo el hilillo acabé por hacerme un chal jejejejejee. Genial, mil besos

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    1. Me alegra que, al final, te hayas podido hacer un chal; ya veo que te va el tricoteo; los chales son buenos para las tarde-noches de verano, pues muchas noches refresca que no veas y un chal sobre los hombros, qué quieres que te diga, pues alivia la intemperie. Mil besos.

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