domingo, 7 de abril de 2013

ROMANCE DEL CONTUBERNIO


          (Cosas de Ponferrada)

 

A Rebeca Santalla Arias

 

Siguiendo el curso del Sil

bajaban tres Caballeros

embozados en sus capas

ya que el frío era tremendo,

fruto de un aire cabrón

que bajaba del Teleno.

Venían de las Asturias,

pasando por Leitariegos,

de ver al Conde Piniolo

pa solicitar refuerzos

ya que el Conde de Monforte

tiene a Cornatel en cerco.

Piniolo dijo que sí;

mas siendo el Conde un pendejo,

no estaban muy convencidos

los airosos Caballeros.

Pasaban a medio día

por las huertas de pimientos

que inventaron los romanos

en los ya lejanos tiempos;

mas, solo berzas y nabos,

pudieron ver los Guerreros:

pimientos son de verano

y estaban en puro invierno.

Divisaban las murallas

de su Castillo-Convento

dos Caballeros Templarios;

el tercero era un mancebo

el tal Señor de Bembibre,

muy aguerrido, por cierto;

solía penar de amores,

pero hoy no viene a cuento.

Algo antes del Castillo

estaba el Puente de Hierro

y, como balcón al Sil,

el Mesón de los Cubelos.

Aquí el Señor de Bembibre

les dijo a los Caballeros:

--“Para matar este frío

podríamos  entrar dentro

y calentarnos con caldo

o vino de Cacabelos”.--

Apeose el Gran Maestre;

los otros dos le siguieron

y, tras abrirse la puerta,

los tres pasaron adentro.

Sentáronse a una mesa

y, llamando al mesonero,

se desprendieron de capas

que colgaron en perchero.

Acudió enseguida Pepe

con vino de Cacabelos

en una jarra de barro

y acompañó con tres cuencos.

Pepe es un hombre jovial

y, a la par, dicharachero.

--“Puedo ofrecerles botillo

con chorizos y cachelos

y, por suavizar el plato,

un buen puñado de grelos;

también un plato de pulpo,

aceite, sal y pimiento;

que ya dice la canción

que cantan gentes del pueblo:

“Si vamos a Ponferrada

en el Mesón de Cubelos

podremos comer un pulpo

que jamás olvidaremos”.

¿Qué prefieren los Señores?

Enseguida lo traeremos”.--

El Gran Maestre miró

a los otros Caballeros

y pidió fuente de pulpo;

los otros dos asintieron.

Nino, el hermano de Pepe,

simpático y futbolero,

puso el mantel en la mesa

y luego llenó los cuencos.

--“¿Luego, apetecen botillo

que, ¡par diez!, está muy bueno?”.--

--“Que el botillo sea el segundo

y sea el pulpo el primero”--

Justo en la mesa de al lado

engullían dos mostrencos,

como a lo tonto a lo tonto,

un botillo y sus cachelos;

los dos hablaban bajito;

estaban  de contubernio:

asuntos del Municipio

con que no estaban de acuerdo.

Prestó oreja el Gran Maestre

para escuchar a mastuerzos:

el uno, tipo canijo;

el otro, tirando a apuesto.

--“Si me apoyas, Ismael,

va Carlos López al cuerno;

ya sé que tú le apoyaste

como antiguo compañero”.--

--“No me resultó rentable;

si tú me das un buen puesto”.--

--“Como voy a ser Alcalde

Vice Alcaldía te ofrezco”--

--“Me parece cojonudo;

vamos a hacer el acuerdo.

Me haces el edil mayor

y la makila te entrego.

Ya le pueden dar pol saco

a Carlos López, el ciezo”.--

--“Lo del “acoso” es pasado,

es un asunto obsoleto;

ya lo sabe Villarrubia

y López está de acuerdo;

le dije a la Valenciano

que se lo contase a Alfredo.

Al Partido le interesa

sumar más Ayuntamientos;

cuanto más poder tengamos

menos poder tendrán ellos”.--

En cuanto oyó hablar de “acoso”

el Maestre torció el ceño

y, por aclarar asunto,

preguntó a Nino Cubelos.

--“El canijo es Folgueral,

Concejal del lado opuesto;

quiere expulsar al Alcalde

para ponerse en su puesto”.--

--“¿Es bueno pa Ponferrada?”.--

--“Lo dudo; pa él es bueno”.--

--“¿Qué es eso de antiguo “acoso”?.--

--Aquello fue un lio tremendo.

Tenía Ismael, el alto,

sus idilios y cameos

con la zagala Nevenka

desde hacía largo tiempo.

Un día cogió la vara;

la metió en Ayuntamiento

de Concejala de Cuentas.

Ella, con el chollo y sueldo,

fue al despacho de Ismael

y le dijo:  --¡Vete al cuerno!--

Orgulloso y prepotente,

Alcalde en encoñamiento,

no permitió que Nevenka

fuese a regar otro huerto

y emprendió la cacería

con un “acoso” tremendo;

ella acudió a Justicia

y a Ismael le ganó el pleito”.--

Sacó espada el de Bembibre.

--“¡Vive Dios, que hoy descerrajo

a este “acosador” confeso!

¿Se puede acosar a Dama,

cuando yo de amores peno?”.--

--”¡Enfunda!  --Dijo el Maestre--

Vámonos para el Convento”.--

Ismael y Folgueral

siguieron su contubernio,

mientras zampaban botillo

en el Mesón de Cubelos.

 

      (Madrid, 14 de Marzo de 2013)

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