martes, 7 de julio de 2015

ROMANCE DE LAS REBAJAS (Memoria histórica de nuestra democracia)

Pep Borrell está que trina
porque Rato baja impuestos.
El Gobierno hace, en un “rato”,
con inri y con cachondeo,
un desmontaje fantasma
de ese tinglado que ellos
dejaron, tan bien montado,
para ordeñarnos los sueldos,
dejando el IRPF
en tono pluscuamperfecto.
Dejaron establecidos
         (altos, sublimes, excelsos)
porcentajes superiores
a los de los europeos,
que son mucho más melindres
en esto de los impuestos
y tiran siempre hacia abajo
porque no quieren jaleos,
huelgas, manifestaciones,
o que les pongan el veto
cuando las urnas reclamen
sus bocatas de boletos.
Cuando Hacienda fuimos todos:
los diestros y siniestros,
tanto ricos como pobres,
espabilados y necios,
los humildes jubilados
y poderosos banqueros,
declaraba, cada cual,
con la verdad y el respeto
lo de todos conocido:
         (no lo escondido en coleto
         o en los bancos de Suiza
         o en paraíso extranjero:
         comisiones, mamandurrias,
         suculentos mangoneos
         del si me untas, te doy;
         si me lo das, me lo quedo,
         que hay quien lo llama soborno
         y hay quien lo dice cohecho,
         como hocicarse en la teta
         de los fondos más secretos;
         cosa que a nadie le importa
         por ser asuntos internos,
         íntimos, confidenciales,
         no cosa de cuatro vientos)
sus nóminas y pensiones,
intereses, dividendos:
cada duro del trabajo,
del ahorro y del esfuerzo.
Cuando Hacienda fuimos todos,
declarando los ingresos,
sobre impresos de la renta,
tenías conocimiento
de lo que era ingreso bruto
y en qué quedaba de neto;
después hacías tus cálculos,
deducciones y descuentos,
y adquirías la certeza,
si ibas por camino recto,
de que casi la mitad
del bruto, que es lo correcto,
te lo quedabas en casa
para disfrute y contento.

Pep Borrell dice que Rato,
en el tema de descuentos
no tiene ni puta idea.
Muestra un desconocimiento,
total, sobre porcentajes;
ignora el tanto por ciento.

Incluso, el propio Anguita,
que pace en el prado izquierdo
de avanzado progresista,
se lo dice a los obreros.
Escuchemos lo que dice
y tomemos nota de ello
que, aunque no lo sepa todo,
al fin y al cabo, es maestro.
         -- “Si el señor Rato asegura
         que bajando los impuestos
         beneficiará a la gente,
         es que nos toma por memos.
         Si baja los porcentajes,
         los ricos pagarán menos
         y engordarán más sus arcas
         que no las arcas del pueblo.
         El obrero, sin embargo,
         si tiene un salario incierto,
         ¿cómo podrá acumular
         un ahorro a plazo cierto?
         Los ricos ahorrarán más
         pues es mayor su descuento.
         Los pobres, por otro lado,
         siempre ahorrarán mucho menos,
         que es raquítica la base
         e inapreciable el descuento.
         Está claro, señor Rato,
         nos está tomando el pelo”--.

Apoyándose en Anguita,
Borrell comparte el cabreo
y grita, para que escuchen
los diputados del pleno,
porque es líder futurible
y a exponer tiene derecho
cuanto le dicte el partido:
 -- “No es justo que este gobierno
recorte el IRPF    
rebajando los impuestos.
Rato mangonea la Hacienda
cual si el “rato” fuese eterno,
siendo la fugacidad
la esencia de su concepto;
verdad que es reconocida
por los listos y los lerdos.
Si esto no es la prepotencia,
que alguien me diga qué es esto”--.
En el fondo, a su partido
le está jodiendo el descuento
que ellos pudieron hacer
y, sin embargo, no hicieron.

                                   (6 de Mayo de 1998)


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