Por la puerta
del Supremo
hoy cruza Gaspar
Zarrías;
el rechoncho
gordezuelo
va a contar sus
correrías
ya que, a pesar
de bajito,
es grande de
Andalucía.
Virrey, dijo
Ruiz Mateos
y alguna razón
tendría,
que tuvo trato
frecuente
y alguna que
otra comida
por un asunto de
EREs.
Rumasa en
Andalucía
no es que los
necesitase;
por una puerta
salía
gente que volvía
a entrar
después de unos
cuantos días;
pero había
muchos millones
por ser una
lotería
que cobraba
quien compraba
los boletos con
mordidas.
Cual simple
Hombre del Frac
cobraba las
requeridas
comisiones
acordadas
el íntimo de
Zarrías.
El intrigante
Juan Laza,
un astuto ex
ugetista
que hacía de
testaferro;
subvenciones
concedía
con un poder
absoluto
a medias con el
Rey Midas,
Secretario de
Trabajo,
que firmaba las
partidas.
¿Tenía tanto
poder
un simple ex
sindicalista
o era la “voz de
su amo”
y la sombra de
Zarrías,
repartiendo
subvenciones
y cobrando las
mordidas?
Le convoca el
juez Barreiro
y él acude hoy a
la cita,
pues no queda
más remedio,
de lo contrario,
no iría.
El juez está
interesado
en que alguien
le dé noticias
sobre el asunto
confuso
de EREs de
Andalucía.
De implicados
ribereños
la juez Alaya en
Sevilla
tiene muchos
casos claros
recogidos en
gavillas;
que ya amontona
en la era
en espera de la
trilla
y, más tarde, el
molinero
irá moliendo la
harina.
Pero los pinos
del monte,
arraigados en la
cima,
están demasiado
altos
para la juez
Merceditas;
por aforo, es el
Supremo
quien vareará
las piñas.
El tercer lado
del triángulo
(Chaves, Griñán
y Zarrías)
se presenta de
cateto
o hipotenusa,
podría;
pues, según los
Ruiz Mateos,
vi reinaba
Andalucía.
Como a los tres
anteriores
Barreiros le
ofrece silla,
al ser Gaspar
culi bajo
asienta el culo
enseguida.
--“Vamos a ver,
Don Gaspar,
yo espero me dé
noticias
de un asunto
complicado
que a mí, de
verdad, me intriga,
porque me han
dicho y me consta
que en toda la
Andalucía
no se movía una
paja
sin permiso de
Zarrías”--.
--“Es una
exageración;
yo se lo aseguro
a Usía”--.
--“Exageración o
no,
yo quiero que
usted me diga,
sin andarse con
rodeos
y de una forma precisa,
cómo se
consideraban
en “Consejillos”
partidas
que pasaban al
gobierno
pa que fuesen
concedidas”--.
--“Le advierto
que a “Consejillos”
yo, apenas, si
asistía”--.
--“No cambie la
realidad”--.
--“Bueno, era el
presidente
de vice Consejerías.
Veíamos
modificaciones,
la idoneidad de
las partidas
por si no fuesen
acordes
como la ley exigía”--.
--“¿Nunca vieron
nada raro;
eran tan cortos
de vista?”--.
--“Nadie planteó
objeciones
al pasarlas la
revista;
traían el visto
bueno
de cada
Consejería
y firmas de la
Inspección;
aprobamos las
partidas”--.
--“¿De qué
inspección me habla usted,
si la tenían
prohibida?
¿Está usted de
cachondeo
o me toma por un lila;
siempre fueron
posteriores
y, por cierto,
no atendidas”--.
--“Sería cosa de
Chaves
que les tenía
manía
a informes de la
Inspección;
y que Griñán
pensaría:
“mira que leer
para nada;
ya los leeré
otro día”.
Pero no soy responsable
de lo que otros
hacían”--.
--“¡Otro
irresponsable más!
Si es que brotan
a porfía.
En fin, los
irresponsables
llevaron a
Andalucía,
entre choriceos
macros,
a lo que hoy es
una ruina.
¿Qué me dice de
Juan Lanza?”--.
--“Yo apenas le
conocía;
creo que le vi
un ratín
en las Cárnicas
Molina;
era miembro del
consejo
por ser un
sindicalista.
La empresa iba
muy mal
y fui a
salvarles la vida”--.
--“¿No es cierto
que ustedes dos
con Ruiz Mateos
comían
negociando cinco
ERE
con excelentes
partidas
y seiscientos
mil, por cada,
el tal Lanzas
cobraría
en billetes de
quinientos,
tal como él
exigía?”--.
--“Yo no me
acuerdo de nada;
mala memoria la
mía”--.
--“O sea, que de
los ERE…”--.
--“¿EREs?...
¿EREs?... ¡Qué manía!
Yo me enteré por
la prensa
hace,
apenas, cuatro días”--.
--“Nadie se
acuerda de nada;
nadie tenía
noticias;
nadie recibió un
informe
de Inspección.
Se extraviarían”--.
--“De nada soy
responsable”--.
--“La verdad; me
extrañaría.
En fin; otro
irresponsable
gobernando
Andalucía”--.
--“Dígame, en
los Consejillos,
¿de qué temas
discutían?”--.
--“Pues
hablábamos de futbol:
de si ganaba el
Sevilla
o si empataba el
Betis;
de si ascendía
el Córdoba
o el Huelva
descendía.
Era un asunto
vital
para nosotros la
Liga”--.
--“Puede irse a
sus asuntos.
Le convocaré a
otra cita;
por ver si
recuerda algo
o su conciencia
espabila”--.
Al Parlamento se
fue
a seguir mamando
guita,
este noble
Diputado
que mamó toda su
vida.
--“La verdad, ¿a
quién le importa
siendo yo Gaspar
Zarrías,
el gordito del
PSOE
y enano de Cazalilla?”--.
Musitaba este
elemento
cuando salía
deprisa.
(Madrid, 2 de Mayo de 2015)
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