ROMANCE DEL “CONFUCIADO”
A Carmen Tabarés Rodríguez
Como “la tierra es de nadie
pues tan solo es de los
vientos”,
que entre Zapatero y primo
descubrieron el invento
que acojonó a Diputados
y a los Presis europeos,
que aun andan alucinados
por el sorprendente aserto,
hoy llegaron de la China,
transportados por los
vientos,
unos chinos, confundidos,
con un Confucio, por cierto,
grabado en una medalla
de oro para Zapatero.
El “Rey de las Confusiones”
logró el reconocimiento
de los hijos de Confucio
en las Ciencias del Maestro,
pues nadie en la confusión
navegó, cual Zapatero,
Maquiavelo de León
y en toda la España Memo.
Me pregunto si los chinos
al conceder este premio
no vienen, de confundidos,
al donarle a Zapatero
una medalla de oro
con la efigie del Maestro.
El Confucionismo dice:
“No a apagues llamas con
fuego”.
“No debes echar más agua
cuando el vaso ya está
lleno”.
“Si no sabes gobernarte
nunca asumas un gobierno”.
“Utiliza la armonía
si quieres próspero pueblo”.
“Nunca aprendas sin pensar
pues puedes resultar necio;
mas pensar sin aprender
suele llevarte al desierto”.
Confucio le donó al mundo
miles de convencimientos
donde el sentido común
vino a establecer su reino
con el fin de llevar mentes
por los caminos más rectos:
un mapa que, si lo sigues,
adquieres conocimientos
que aplicados a la vida
aumentarán tus aciertos.
Estos chinos que, ahora,
admiten
la ciencia del “Gran
Mostrenco”
que gobernó siete años
con continuos desaciertos,
vinieron muy confundidos
hasta León con el premio;
pues no es el Confucionismo
la ciencia de este Mastuerzo,
que es solo confusionismo
lo que habita su cerebro
y, en su confusión constante,
nos dejó en pleno desierto
donde imperan los recortes
y las subidas de impuestos.
“Zapatero, a tus zapatos”
nos sentencia el refranero
que viene a ser ciencia
infusa
cual sentencia del Maestro
y de empíricos estudios
realizados por el Pueblo.
Zapatero, engrandecido
por “listos y por
chupópteros,
llegó, como divertido,
a dirigir el Gobierno;
ahora le exaltan los chinos
con la donación de un premio.
Zapatero va a León,
toma el reconocimiento
y recoge la medalla
y se la cuelga del cuello
ante el aplauso de chinos
y el español desconcierto;
ya que el “chico” gobernó
siendo especialista en
cueros;
sin pisar zapatería
descalzó a todo el Pueblo.
¿A todo el Pueblo arruinó?
No, que enriqueció a sus
deudos
dándoles chollos enormes
con astronómicos sueldos;
hizo Ministros nefastos
sacados de analfabetos
y desgobernó una Patria
discutida por los necios,
pues la hizo discutible
en el propio Parlamento.
El Instituto Confucio
ha confuciado al “Maestro
de la “Confusión Supina”
en la que es todo un experto,
con la medalla de oro
que han colgado de su cuello.
Cosas de la traducción
en dos idiomas diversos,
pues vieron confucionismo
en confusionismo cierto;
pues todo lo confundió
en sus años de gobierno:
confundió gato por liebre,
la deuda por el dinero,
el debe por el haber,
rectitud por choriceo,
talante por prepotencia,
honradez por mangoneo,
la liquidez de la Banca
por las cifras del adeudo,
y, por negarse a la crisis,
se inventó el crecimiento
cuajando de brotes verdes
el más árido desierto.
Confundió vida y aborto,
insumisión con derecho,
también voto voluntario
por comprado en prorrateo
y por leyes democráticas
vino a confundir decretos;
y, entre tanta confusión,
la crisis por crecimiento
y la su riqueza propia
con la ruina de su pueblo.
Hoy llegaron unos chinos
a confuciar al Maestro,
que ha quedado “confuciado”
con la medalla en el cuello.
Aquí paz y después gloria
y en huelga los carceleros.
Son las cosas de los chinos
y un traductor imperfecto.
(Calpe, 27 de Octubre de 2012)
Gloria al ilustre y genial
ResponderEliminarpaisano, el gran Zapatero,
el caradura sonriente
con garra de terciopelo.