En el Olimpo
divino
de los dioses
jubilados
se montó un gran
congreso
para ver si los
humanos
andaban por
sendas rectas
o pisando los
sembrados;
cuestión que no
es baladí
si se esperan
resultados
de cosechas
razonables
o solo
desaguisados.
Júpiter miraba a
Iberia;
contaba los
cabreados
con las
conductas políticas
de gobierno,
sindicatos,
chorizos suma
cum laude,
y muchísimos
parados.
Era mucha la
basura
que inundaba los
sembrados
y así, ni crecen
las plantas
ni las hierbas
en los prados;
raquíticas las
verduras
y los pastos del
ganado.
Entre dimes y
diretes
tomó la palabra
Baco:
--“Puede que el
cabreo venga
de derechos
recortados,
de promesas
incumplidas,
de fraudes
masificados,
de sinvergüenzas
de Gürtel,
de púnicos de
Granados,
de que siempre
le tocase
la lotería a un
tal Carlos,
el que hizo un
aeropuerto
para cigüeñas y
pájaros”--.
--“También
podría venir
de los millones
robados
en Eres y
Formación:
millones de los
parados
y que, entre
pitos y gaitas,
a muchos
beneficiaron
pero
chincharon a más
que permanecen
en paro”--.
Tomó Júpiter
palabra
atusándose el
mostacho:
--“Los Eres no
pueden ser,
ni los cursos
concertados;
podéis escuchar
a Sánchez
hablando desde
el estrado
y solo acusa a
Rajoy
de su cajero
bastardo,
de los robos de
Correa,
de apaños de
Granados,
de los tres
trajes de Camps
y las riquezas
de Carlos;
por cierto, que
todos ellos
ahora están
encarcelados
y Bárcenas, con
permiso,
está en la nieve
esquiando.
Por otra parte,
sabemos
los divinos
jubilados
que la virtud es
de izquierdas;
de derechas los
pecados.
Nos repite
Zapatero,
el último que ha
llegado
procedente de
las Babias;
sin duda,
equivocado,
pues, aunque
cobra pensión,
cobra en Consejo
de Estado”--.
Así respondía
Júpiter
y se atusaba el
mostacho.
A Júpiter le
sorprende
que un partido
de novatos,
con muchas
promesas vacuas
y principios
trasnochados
de un comunismo
obsoleto
que nunca dio
resultados,
coma el coco a
tanta gente
que se alistan
de ganado
y, al tic-tac de
los cencerros,
pisoteen los
sembrados.
--“Esos dejarán
España
(vino a comentar
Vulcano)
lo mismito que
está Cuba,
que están norte
coreanos,
lo mismo que
Venezuela.
Esos sí están
cabreados,
pues, viviendo
en país rico,
andan de
depauperados;
pero si piden en
paz
llegan a ser
disparados.
Si es que el
comunismo es régimen
donde mandan los
colgajos
de quien dispone
de fuerza
con ejército a
su mando;
la libertad de
las gentes
es exiliada al
carajo”--.
Venus, con la su
hermosura,
también hizo un
comentario:
--“Ese pueblo no
escarmienta.
No escarmentaron
con Franco,
que, hasta en su
historia moderna,
la dictadura
borraron”--.
Júpiter llamó a
Mercurio,
el dios de los
pies alados,
y, como era
costumbre,
le encomendó su
recado:
--“Búscame a
Zapatero,
el último que ha
llegado
procedente de la
Babias;
ése, acaso sepa
algo”--.
--“¿Zapatero?...
¿Zapatero?...
¿El diosecillo
nefasto?”--.
--“El mismo que
viste y calza;
ese casi
jubilado
que cobra un
subsidio horondo
y del Consejo de
Estado.
(¿Qué coño
aconsejará?
susurraba por lo
bajo).
Ahora anda con
Moratinos
montando
negocios varios.
Ya sabemos que
es babieco;
pero puede
aclarar algo”--.
Se presentó
Zapatero
con singular
desparpajo;
se abalanzó
sobre Júpiter
dándole un
fuerte abrazo;
vino a
imaginarse en Cuba
saludando a Raúl
Castro.
--“Hola,
colega. ¿qué tal?
Vengo porque me
has llamado.
--“Tú, que eres
zurdo cerril,
¿puedes
aclararme algo?
Miro a España y
veo huestes
que va alistando
un “venao”
con las
proclamas de Lenin.
A Chaves
asesoraron
y le hizo más
daño al pueblo
que una vaca en
un tejado.
¿Qué esperan del
populismo?
Sé que hay
muchos cabreados;
pero echan culpa
al Gobierno
de lo que tú has
montado.
Para recortes,
los tuyos
que les dejaste
doblados;
y, encima, tú
ocultaste
un déficit
inusitado;
tú mentiste a
Bruselas
y mentiste al
pueblo llano
y ahora estás en
nuestro Olimpo,
diosecillo
jubilado,
cuando deberías
estar
largamente
encarcelado”--.
--“Yo declaro mi
inocencia.
Yo no estaba preparado;
la culpa es de
los listillos
que hasta el
Gobierno me auparon”--.
--¿Son
populistas o no?
Quieren destruir
las castas,
y ellos ya están
encastados;
solo hablan de
arrasar,
pero no de
construir algo”--..
--“No, son
chicos inocentes
que duermen al
cielo raso;
viven, sin techo
ni suelo,
en un total
desamparo
y montan su
propio cielo;
socialdemócratas
claros.
Yo lo pude
comprobar,
cuando estuvimos
cenando
en casa de Pepe
Bono.
Son unos buenos
muchachos”--.
--“Mira que eres
destructivo,
diosecillo
jubilado,
arrasaste tu
país,
y dejaste
malparado
al partido
socialista;
no lo consiguió
ni Franco”--.
Dijo Júpiter
Tonante,
atusándose el
mostacho.
(Madrid, 28 de Marzo de 2015)
¡GENIAL!
ResponderEliminar¿Quién es el autor?, porque me encantaría poder compartirlo.
Saludos cordiales
Yo, Eloy Sagüillo Rodríguez, soy el autor de este Romancero; no tengo ningún inconveniente en que puedas compartir; Un besazo Julia. A tu disposición siempre.
ResponderEliminarEs gracioso y comparto todo lo que expresa, salvo que orondo no tiene hache.
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