A esta merienda
de negros
ha llegado
nuestra Patria
que empezó con
gran jolgorio,
dicen, una
democracia
y hoy la vemos
monipodio
de hombres de
confianza.
La política no
es juego;
es un servicio a
la Patria
y, cuando el
servicio roba
la casa donde
trabaja
y, encima,
crecen de dueños
con derecho de
pernada,
viene a ser como
un sin-dios
con la ruina
asegurada.
Llevamos ya
varios años
con la ruina
instalada;
desde que el
“cegato cejas”
gobernaba
nuestra España
y decía jugar
liga
sobre
pantorrilla escuálida;
después perdimos
su champion
con hundimiento
de Cajas.
Partidos y
sindicatos,
patronales y
barandas,
adediles
colocados,
que estos
“entes” gobernaban,
lo hacían con
alegría
y, al mismo
tiempo, forraban
el riñón contra
intemperie
y el futuro
aseguraban
con pensiones
portentosas
que el impositor
pagaba
y siguió,
después, pagando
para poder
reflotarlas.
A aquella armada
invencible
que ZP aseguraba
la hundieron esos
chorizos
que tiraban y
robaban.
Vino el cambio
de gobierno
y los del PP
apretaban
al pueblo los
cinturones
para que el
pueblo ayunara
y redujese la
tripa
y redujese las
nalgas
evitando
comilonas
y llevando vida
sana.
El PP se fue
hasta el prado;
nos vio rebaño
de vacas
y nos ordeñó a
conciencia
para amamantar
las Cajas
que hoy no nos
sueltan un crédito
ni regalan
esperanzas.
Pero los
arruinadores
con sus vidas
regaladas
se descojonan de
risa
porque la
justicia es tarda.
Después, están
esas gentes,
chorizas y mal
formadas,
que crecieron al
abrigo
del partido y
camaradas
pa pescar en los
favores
los puestos de
confianza.
Al no valer pa
otra cosa
en la política
entraban
y conseguían los
chollos
riendo al jefe
las gracias,
calentándole el
helado,
aplaudiendo sus
chorradas
y engordando su
cortejo
cuando un grifo
inauguraban;
se hicieron
omnipresentes
cubriendo al
jefe la espalda
y, cuando el
jefe crecía,
ellos también
prosperaban.
Después,
cerraban el paso
a gentes más
preparadas,
no resaltasen
carencias
y pudiesen
superarlas
quitándoles de
las manos
los pezones que
mamaban.
Cuando se abren
las urnas
se abren con
listas cerradas
y, así, si votas
a uno,
votas toda la
camada
que superiores
metieron
por hombres de
confianza,
eran amiguetes
suyos;
pero tuyos, para
nada.
Sucede lo que
sucede
y pasa lo que
nos pasa,
porque entre
granos de trigo
nos metieron
mucha paja
y, ésta, cuando
ve un euro
enseguida lo
palanca:
unas veces, pal
partido;
y, más veces,
para casa
ya que entraron
para eso
y no entraron
para nada;
los chollos son
terminables
y, después, la vida es larga.
Cuando la UDEF y
la OCU,
convertidas en tía
Paca,
por asuntos de
limpieza,
van sacudiendo
las mantas,
aparecen, en
rebaños,
las orondas cucarachas.
Zamparon de
subvenciones;
mordieron en las
contratas;
los gastos, para
el Erario;
los beneficios,
a huchaca;
lo primero es lo
primero
y la amistad es
sagrada.
Un día aparece Gürtel
tras montería
muy rara;
y a lo tonto y
engarzado
nos viene el
Cajero Bárcenas.
En Marbella,
hace un tiempo,
apareció la
Malaya
con Cachuli e
Isabel,
que chupó de
enamorada,
y ahora entran
en la cárcel
de pareja
separada.
En el asunto de
ERES
hay una lista
muy larga
que van pasando,
uno a uno,
por el despacho
de Alaya;
mientras, los
padres del fraude
en el aforo se
amparan
esperando a ver
amigos
en el Supremo de
guardia.
Después, salen
los Pujoles;
más que comer,
devoraban
millones de
Cataluña
que no robó
nunca España.
La Formación fue
otro chollo
donde millares
chupaban
los millones que
Bruselas
inocentemente
daba
para formar los
parados,
mas, solo
muertos formaban;
más chorizos
descubiertos;
más trabajo para
Alaya.
Ahora son los
Municipios,
Diputación
provinciana
y otras diversas
empresas
que, entre sí,
se forraban.
Un tal Francisco
Granados,
que fue Vice de
Esperanza,
vino a montar
una Púnica
que con Roma no
luchaba;
hacían
tejemanejes
y el presupuesto
arramplaban
llevándose a
Suiza
el fruto de sus
ganancias;
después,
exportaban humo;
el dinero
blanqueaban,
pues los bancos
paraísos
carísimo lo
pagaban.
¡Tantos chorizos
sin pan
y el pueblo sin
un bocata.
(Calpe , 22 de Noviembre de 2014)