Se las ve y se
las desea
el Gran Capo de
Dan Telmo
por mantener
escondidos
un montón de
documentos:
ésos que la Juez
Alaya
(teniendo
conocimiento)
le reclama para
aclarar
esos oscuros
sucesos
sobre ERE y
Formación;
han dispuesto de
los euros
pa repartir al
tuntún,
más o menos a
voleo,
entre parientes
cercanos,
camaradas,
compañeros
de Partido o
Sindicatos.
¡Un escándalo
tremendo!.
Ya no le quedan
rincones,
ni encuentra
algún recoveco,
ni recónditos
cajones;
tampoco ocultos
ficheros
para esconder
los papeles
que reclama el
papeleo.
El bandido Alí
Babá
y sus cuarenta
rateros
que narraba por
las noches
la bella Hurí en
sus cuentos,
viene a ser mero
mindundi
y quídams sus bandoleros
comparados con
la tropa
que se cobija en
San Telmo.
Allí todo el
mundo sabe
que al
decir “¡Ábrete, Sésamo!”
se abre el
Erario de todos,
o séase, el del
Pueblo
y las riquezas
halladas
se reparten
entre deudos.
Me admiran las
golondrinas
que anidan en
los aleros
cuando cazan los
mosquitos
en acrobáticos
vuelos
y se los traen
en el pico
de alimento a
sus pequeños.
Lo mismo cazan
la pasta
Secretarios,
Consejeros,
Segundones
silenciosos
más los muchos Testaferros
que marean los
millones
hasta llegar a
su puerto.
Son corsarios
clandestinos
que a la voz de
“¡Ábrete, Sésamo!”
arramplaban los
millones
y, si acababan dinero,
se los reponía Griñán
fuera de los
presupuestos;
pero él jura por
su madre
que no sabe nada
de esto.
De Consejero de
Hacienda
y dueño de los
dineros,
reponía
puntualmente
cuanto pedía
Guerrero
para enriquecer
a suegra
o a su amigo, el
churrero.
Es un nido de
piratas
esa isla de San
Telmo,
lo mismo que fue
Tortuga
de los corsarios
añejos.
Éstos no usan
abordajes,
tan solo, el
“Ábrete, Sésamo”.
En confusos
cabotajes
estos corsarios
modernos
siguieron rutas
ocultas
que los radares
no vieron;
es cierto que
los radares
se averiaban
todo el tiempo
porque a nadie
interesaba
la ruta de los
dineros.
¿A Suiza?...¿A
Rumanía?...
¿A Luxemburgo,
directo?
--“¡Y… yo qué
sé!”.—Dice Chaves
que no quiere
hablar de esto.
--“Griñán
llevaba la Caja;
él podría
hablarles de ello”.--
Preguntamos a
Griñán
y Griñán
contesta serio:
--Me tenía muy
engañado
Francisco Javier
Guerrero
que salió un
puto ladrón
aunque parecía
serio.
Él me pedía
millones
(muy razonables,
por cierto)
y por ser buena
la causa
yo siempre le di
el dinero,
que en Andalucía
es mucha
la miseria que
tenemos”.--
--“Entonces… ¿Le
conocía?”.--
--“Yo no conocía
a Guerrero;
le advierto que
nunca vi
al Secretario de
Empleo”.--
--“Pero,
entonces… ¿Cómo usted
le entregó tanto
dinero?”.--
--“Él lo pedía
por fax;
yo por fax mandé
los euros”.--
--“Parece cosa
de locos”.--
--“Le juro que
estoy muy cuerdo
y sé muy bien lo
que hago;
pero, a veces,
los recuerdos
van perdiendo
claridad
con el paso de
los tiempos”.--
--“Presentó una
acusación
contra Francisco
Guerrero
y juró colaborar
con el tribunal
en esto.
Pero a entregar
los papeles
yo le veo un
tanto alérgico;
hace un año que
la Juez
le requisó los
ficheros
con las actas de
diez años:
reuniones con
ministerios.
¿Por qué no las
entregaba?”.--
--“Porque en
ellas hay secretos
que afectan a
intimidades
de algunos de
nuestros miembros;
no queremos, en
la Tele,
ni críticas, ni
marujeos”.—
--“¿Es que hay
asuntos muy gordos?”.—
--“Se anotan los
devaneos;
que si uno le
dijo a otra:
“si me besas, yo
te beso
porque veo por
tus ojos
y respiro de tu
aliento;
ven al hotel,
vida mía;
tú me abres, yo
me adentro
y, en una juerga
mayor,
a Paco ponemos
cuernos,
que quiero
saciar mi sed
en la fuente de
tus pechos”.--
--“Le aseguro
que a la Juez
viene a importar
un pimiento
si Paco trinca a
la Trini
o Carmen al
Eliberto”.--
Nos contesta el
tal Griñán,
como es
costumbre, riendo.
--“Le advierto
que Rubalcaba
me ampara en
este asuntejo,
ya que a él solo
interesa
Bárcenas y los
peperos.
Pide que Rajoy
dimita
y, de honradez,
nos dé ejemplo:
lo de Bárcenas
es gordo
y lo de Gürtel
tremendo;
asunto de
latrocinio
con millones por
el medio”.--
En lugar de irse
a la cárcel,
va al Palacio de
San Telmo,
de adentra en el
su despacho
y se sienta,
sonriendo.
Impresionante
la jeta
que porta este
“elemento”.
(Madrid,6 de Junio de 2013)
Cuando llegó la guardia civil, durante el registro la madre de Guerrero les dijo que allí había dinero para quemar una vaca, pero que nunca lo iban a encontrar.
ResponderEliminarY no hicieron la barbacoa, porque , precisamente, llegó la Guardia Civil a la finca de Juan Lanzas.
ResponderEliminar