jueves, 10 de octubre de 2013

ROMANCE DE COMISIONISTAS

En este País de pícaros,
rapa bolsas y rateros,
sinvergüenzas redomados,
asaltantes, bandoleros,
veros arrebata capas,
trincones y descuideros,
chorizos y butifarras
y doctos en apañeo,
existen comisionistas
con un trabajo muy serio,
pues hacen de intermediarios
en negocios y manejos
donde se mueven fortunas
y muchos millones de euros.
Lo mismo que queda harina
en uñas de molinero,
o quedan ennegrecidas
las uña de los mineros,
que quedan entre las uñas,
a éstos, millones de euros.
Un intermediario nato
es Ivancito, el Chavero,
que, por ser hijo de Chaves,
su padre le dio un llavero
que abría todas las puertas
de andaluces ministerios;
lograba las concesiones
pa amigos y compañeros,
apañando comisión
del veinte o treinta por ciento.
Con este trabajo honrado
de comisionista serio
vino cosechar millones,
ahorrándoles papeleos
a Consejeros de Junta
e, incluso, a los compañeros
que hacían grandes negocios
con el Erario del Pueblo.
La cosa es simplificar
los asuntos más complejos
y tiempos interminables
de trámite y papeleo.
Así intermedia Ivancito,
usando a Chaves, de cebo,
y haciendo de intermediario
amasa millones de euros.
Los comisionistas suelen
dar de la amistad ejemplo
y demuestran equidad
al repartir el dinero;
amistad, desinterés,
es cariño es lo primero,
porque lo que es tuyo es tuyo;
yo solo lo mío quiero
y, así, hacen el reparto
sin andarse con rodeos.
Los comisionistas son
como esos marineros
que saben poner las velas
en la dirección del viento
y hacen sus negociaciones
muy veloces en el tiempo.
Comisionistas amigos,
a veces, nos dan ejemplo
cuando apañan comisiones
y reparten entre ellos
con una equidad sencilla,
sin andarse con rodeos,
el fruto de su trabajo
de honorables rendimientos.
--“Toma, Antonio, estos millones;
que el reparto es el correcto
ya lo tuyo es un  diez;
lo míos, un quince por ciento;
entre los dos, veinticinco
como firmaron acuerdo
los clientes afectados
de este negocio concreto”.--
Hoy un Juez saca a la luz
un negocio de los buenos
que ficieron Hugo Chaves
y Rodríguez Zapatero
firmado con los abrazos
por parte de dos  mastuerzos
y, al margen, en los carrillos
estamparon sendos besos;
como el negocio era gordo
la alegría no fue menos.
Fue un compromiso de ocho:
cuatro océanos patrulleros
y otros cuatro algo distintos
pues, tan solo, eran costeros.
Con todo el proyecto en marcha
de Chaves y Zapatero,
con Navantia a todo trapo
estos buques construyendo,
surgen los comisionistas
(a lo puta y en secreto)
que adivinan un negocio
con beneficios tremendos.
Por España, un tal Collantes,
personaje muy discreto,
pues no dijo ni a su esposa
el rentable contubernio
que con Rodríguez Andía
estaba haciendo en secreto.
Collantes, presidió el INI;
Andía ex directivo del mesmo;
cojonudos alipendes
que formaron el concierto
con listos venezolanos
jubilados del Ejército.
Estos chorizos sublimes,
estos chorizos excelsos
le sacaron a Navantia
cuarenta y tres milloncejos.
no de pelas ni bolívares,
que eran millones de euros.
Para sacar la tajada
Comisionistas se hicieron
de un negocio que firmaron
Presidentes de Gobierno.
¿Llegó la noticia a Chaves
o a Rodríguez Zapatero?
Me dijo un augur que no,
porque era asunto secreto;
idea de Andía y Collantes
y jubilatas de ejército.
Un día salió a la luz
lo que antes fue misterio:
repartieron los millones
los astutos “elementos”;
doce millones, pa España;
para Venezuela, el resto;
o sea, treinta y un mil
pa jubilaos del ejército
y cada uno cobró
millón y medio de euros.
Andía cogió los doce
y dio seis al compañero,
que en amistad con justicia
sin interés torcedero,
el reparto se hace a pachas
y aquí amor y después cielo;
el cielo que un millonario
se consigue sin complejos.
Al ser gentes importantes,
en sociedad, los pendejos,
el asunto fue enterrado
en un cajón por un tiempo;
puede que porque el chanchullo
durmiese un sueño eterno.
¿Fue tráfico de influencias
o comisionismo serio?
Ellos dicen lo segundo;
el juez piensa lo primero.
Puede que rían de Ley
estos chorizos excelsos;
ya que el caso sucedió
en tiempos de Zapatero.

      (Calpe, 7 de Octubre de 2013)


No hay comentarios:

Publicar un comentario