Se aburría, se
aburría
con sus nubes
Zapatero;
días, contando a
destajo
por arrastrarlas
los vientos
y, otros días,
vacaciones
porque estaba
raso el cielo.
En estos días de
holganza
tomaba Whisky
con hielo
y se le hacía
larguísimo
el lento paso
del tiempo.
Quiso cazar
caracoles;
se le escapaban
a cientos
porque, en
correr por el campo,
ZP es un tanto
lento.
A veces,
imaginaba,
metido en aburrimiento,
emprender algún
safari
en las heladas
de invierno
para cazar
gamusinos;
pero le fallaba
el perro;
al ser perro
acomodado
no olfateaba en
los hielos
pues el hocico
se enfría
y eso resulta
molesto;
podría espantar
las presas
con estornudos
tremendos;
así quedaban los
dos
al calorcillo
del fuego
de la hermosa
chimenea
echándose un
largo sueño.
Se aburría, se
aburría
con sus nubes
Zapatero
y tampoco le
apuraba
ir al Consejo
del Reino
porque no se le
ocurría
ni un miserable
consejo.
--“Total, me
pagan igual
con un cojonudo
sueldo.
¿Por qué voy a
hablar allí
y que me tilden
de necio?”--.
Mejor ir a la
ventana
en estos días de
invierno
y ver pasar
nubes blancas
o ver nubarrones
negros
por las alturas
celestes
a los impulsos
del viento,
que es el dueño
de la tierra
y dispone de su
reino.
Nadie se hubo
percatado
hasta que
estrujó el cerebro
y fue él,
precisamente,
quien lo
descubrió primero.
Después, se
marchó a Bruselas
y, en el propio
Parlamento,
asombró a Jefes
de Estado;
patentó el
descubrimiento
dejando al mundo
asombrado
y alrededores,
por cierto.
Contaba con
Premio Nobel
que, al final,
no se lo dieron;
unos, le dijeron
loco;
otros,
simplemente lelo
y, así, volvió
cabizbajo
a ejercer su mal
gobierno.
Si nació, o no,
desleal
no existe ningún
recuerdo
pues, cuando se
es diminuto,
tan solo se tira
al teto.
De diputado
dedil
tan solo apretaba
el dedo;
a currar en otra
cosa
siempre se mostró
alérgico.
Si el PSOE en
marejada,
él flotaba como
un leño
y no entraba en
discusiones
por no resultar
molesto
y así, a lo bobo
a lo bobo,
le juzgaban de
discreto.
Más tarde, en la
primarias,
como a Bono tenían
miedo
un puñado de
barones,
propusieron al
discreto
que ganó por un
pelín
ser candidato al
Gobierno.
Pero ya, de
Secretario,
empezó a vérsele
el pelo
de desleal con apoyos
pues les fue enviando al cuerno
a los más
inteligentes,
quedándose con
los lerdos
y éstos, nacidos
pelotas,
le elevaron
hasta el cielo.
--“¿Más hermoso
que yo, alguien?”--.
--“Nadie más
bello, maestro”--.
--“¿Y más listo,
por casual?”--.
--“Nadie más
listo, maestro”--.
Cuando ya de
Presidente,
desleal, a
cuerpo entero,
con aliados de
España
y repatrió el ejército.
¿Por hacer la
pascua a Buch
o por
reconocimiento
a los trenes
reventados
por moros
dinamiteros?
Vete, tú, a
saber, hermano,
los pensamientos
de un necio.
Fue desleal con
la crisis;
no dio
reconocimiento
y siguió
despilfarrando
en todos los
Ministerios
dejando a los
ciudadanos
con el culo
pajolero;
de deudas hasta
las cachas;
lo que se dice
un infierno.
Fue desleal con
Bruselas
ocultándoles su
adeudo.
Fue desleal con
la Patria
al diluir su
concepto
haciéndola discutible;
hoy la discuten
los necios.
Fue desleal al
PSOE;
en su armazón
interno
inyectó un virus
maligno
que ha hecho
destrozos tremendos
y lo que fue un
gran Partido
hoy es merienda
de negros,
que recula
acojonado
al avance de
Podemos.
Para ser más
desleal
lo ha sido con
el Gobierno
ya que ahora se
ha ido a Cuba
con el “Gordito
Relleno”,
seguro, que a
sus asuntos,
pero sin consentimiento.
Al taimado
Moratinos
siempre le gustó
el dinero;
lo sembraba a
tutiplén;
puede que esté
recogiendo.
Zapatero, sin
embargo,
fue por propio lucimiento,
chinchar a García-Margallo
y desleal al
Gobierno.
Al patriarca Raúl
le vino de
anillo al dedo,
pues se hizo
publicidad,
posando con el
mostrenco
y banderas
nacionales,
en unos y otros
medios,
aumentando su
prestigio
ante oprimidos
del pueblo,
mostrándose de
demócrata
respaldado por
un lelo.
Para aumentar su
prestigio
le nombró su
mensajero
porque
convenciese al mundo
de que es demócrata
neto
y que odia al
terrorismo
y USA debe
saberlo;
le quiten el san
Benito
y le abran el
bloqueo;
pero él, de
abrir las cárceles,
parece ser que
ni en sueños;
son asuntos
personales
de un demócrata
moderno.
No se puede
consentir
que sigan
interviniendo
en política
exterior
a su lucro y
nuestro riesgo.
¿Fueron allí a
hacer negocios?
seguramente, me
temo;
los que nacen
desleales
los siguen
siendo hasta muertos.
Por no perder
facultades
realizan entrenamientos.
(Madrid, 5 de Marzo de 2015)
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