Si, es que, no
nos los decía;
pero estudiaba
en secreto
esta crisis
pertinaz
desque empezó su
comienzo,
su, a lo puta,
desarrollo
y su zorro
asentamiento.
Solo, por
disimular
y no darnos
sufrimientos
que nos
llegarían solos,
ocultaba
Zapatero
este asunto tan
crisino
en que consiguió
meternos.
Que no fue por
ignorancia;
pues lo sabía,
en secreto,
y, por padre
cariñoso,
pretendía
entretenernos,
cual nos
entretiene el futbol
o, a la afición,
el toreo.
Capeaba
realidades,
cual consumado
torero
que hace faena a
la muerte
que le amenaza
en los cuernos
de un morlaco, pretencioso,
sobre la arena
del ruedo.
Él daba los capotazos:
Champions Ligue
de los banqueros,
o se inventaba
un Plan E
con el fin de
tirar euros
y dar impresión al
mundo
de Nación con
privilegios.
Él comprendía la
crisis
y sus terribles
efectos;
la entretenía,
esperando
dar estocazo
certero
y que la gente
admirase
la gestión de su
Gobierno.
Se ha ido a
Puerto la Plata
a verter
conocimientos
sobre “la crisis
de Europa
y sus terribles
efectos”
que, a lo puta y
a lo tonto,
puede pillar a
este pueblo,
dejando con culo
al aire
a estos alegres
puerteños.
Que no es cierto
que ignorase;
él estudiaba en
secreto
la evolución de
la crisis
en países
europeos
y, si en España
arraigó,
fue por no darle
su tiempo
de seguir en la
Moncloa
otros treinta
años, al menos.
Él hubiese
conseguido
hacernos nadar
en euros,
hacer préstamos
a Europa,
sacar Grecia de
su infierno
y darnos tanto
prestigio
en países
extranjeros,
que adoptarían su
guía
como mundial
vademécum.
Pero las urnas
cantaron:
“vete a tu casa
mastuerzo”.
El genio fue a
contar nubes,
como fue Lola a
los Puertos,
y a tomarse unos
güisquises
en el Consejo
del Reino;
ya que dice que
en España
seguirán dando
consejos;
Dios nos pille
confesados
si no nos
devuelve al huerto.
Él, que aprendió
Economía
en dos tardes,
más o menos,
le vampirizó de
ciencia;
Sevilla marchó a
su pueblo;
todo él, hecho
unos zorros,
abandonó el
Ministerio;
pues saber más
que su Jefe
es un delito
tremendo.
Con la ciencia
de Sevilla
y de Solbes los
consejos,
la brillantez de
Elenita,
vino a dejarnos
de tiesos.
Ahora va a
Puerto la Plata;
le preocupan los
isleños;
le preocupa
Sudamérica;
por eso lleva su
ingenio,
su preparación
precisa
y grandes
conocimientos
para explicar,
cómo viene
y que la vean de
lejos,
esa crisis
pertinaz
que hoy sufren
los europeos
por estar
contando nubes
él y el Gobierno
completo.
Ahora está en
Santo Domingo;
después, se irá
a otros Pueblos
porque puedan
ver la crisis
y pongan antes remedio
pues, si les
pilla dormidos,
les puede dejar
en cueros.
Pero en Puerto
de la Plata
desconfían los
isleños
que, con solo su
presencia,
los que hoy ya
son plateros,
con tan solo ver
al gafe
se queden de
hojalateros.
Por eso, se
manifiestan;
no quieren que
Zapatero
venga al Puerto
a abrir la boca
y todos vayan al
huerto
con crisis a los
riñones
pegada de
cancerbero;
dicen que carga
el diablo
las charlas de
Zapatero;
pueden llegar
huracanes,
terremotos muy
violentos,
sin olvidar los
tifones
ni locuras de
los vientos.
Pero, él va de
buena fe;
va a ejercer su
magisterio
como Pontífice
Sumo,
como Magister
Excelso
sobre crisis
pertinaces
que suelen
hundir los Pueblos.
Lo sufrió en sus
propias carnes,
por eso se
siente experto.
--“Crisis parece
bobada
cuando la ves
desde lejos;
luego, se te
mete en casa;
te destroza los
cimientos;
te revienta las
paredes
y te descalabra
el techo.
Es asunto
peliagudo;
yo lo expongo,
como experto”.--
Con estas sabias
palabras
se despachó
Zapatero.
Los isleños,
asustados,
hicieron cantos
y rezos
y fueron a
confesarse
por, si venía la
crisis,
les pillase de
confesos.
Dice ser
Magister Máximus,
y se despacha
con esto.
(Calpe, 24 de Septiembre de 2013)
Belo, muito bom, parabéns pelas bonitas palavras em forma de versos.
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