A Juan León Rodríguez
En el cielo de Jerez
brotan millares de estrellas,
la luna enciende el candil
y los olivos platea
mientras jaras y tomillos
van perfumando la sierra;
es una noche andaluza,
noche, que noche, nochera.
Por un camino del monte
que entre olivos serpentea
cabalga el “Conseguidor”
con trabuco en bandolera.
Monta un brioso corcel
andaluz de pura cepa;
plegada tras de la silla
una manta de Palencia
por si las brisas enfrían
y surge titiritera.
Le dicen “Conseguidor”
a la honradez de la sierra
que, en lugar de descansar
roncando en noche serena,
dedica vida y desvelos
a luchar contra miserias
donde malviven parados
en Andalucía entera.
Hay envidiosos que dicen
que es “bandolero de sierra,
pero él no asalta caminos
como es la costumbre ancestra
antes que Curro Jiménez
cabalgase en estas sierras,
Las gentes hoy van en coche
y no en torpes diligencias
y es difícil alcanzarlos
con galope de una yegua.
Medita el honrado Lanzas
mientras desciende la sierra.
Si yo tengo una familia:
esposa, cuñados, suegra,
que han de partirse los lomos
trabajando ajenas tierras
sus treinta días al año
para cobrar una mierda
los once meses restantes
con PER de supervivencia,
he de encontrar algún modo
de bañarles en riqueza
y platearles de lujos,
como la luna platea
las copas de los olivos
en esta noche serena.
Pero, ¿cómo, cuándo, dónde,
puedo encontrar las riquezas
y darles la vida padre
a la mi familia entera?
Sigue meditando Lanzas
mientras desciende la sierra:
de ocupar el latifundio
que ha heredado la Duquesa
y que disfruta y no labra
desde la Alta Edad Media,
ya se ocupa el bandolero,
Señor de Marinaleda,
con sus huestes sindicales,
con su honradez y vergüenza;
a más de robar los “Súper”
para organizar meriendas
que la ocupación da hambre
y precisa panzas llenas.
Si ya están los “señoritos”
a la luna de valencia
por la crisis pertinaz
que vino a mermar sus rentas…
¿Dónde coño está el dinero
que las subvenciones siembra?
La luna que riega plata
en la extensión de la sierra,
se compadece de Lanzas
y le platea la testa:
El dinero está en San Telmo;
allí está la caja llena
que, entre Chaves y Griñán,
lo siembran a conveniencia;
puedo robar esa caja
con ganzúa de influencias.
Cogió Lanzas el trabuco
y la manta de Palencia
y las colgó de una rama
de cierta encina muy vieja.
Recordó el “sindicalista”
unas viejas componendas
que realizó con Guerrero
en ciertos ERES de Empresas,
donde sacaron tajada
que repartieron a medias.
Se fue Lanzas a San Telmo,
donde están las arcas llenas,
y preguntó por Guerrero,
el Rey Midas, por más señas.
Le señalaron Despacho
donde el buen Lanzas se
adentra.
--“¿Recuerdas, Curro, los
ERES
y antiguas componendas
donde sacamos “tajadas”
que repartimos a medias?”.--
--“Coño, Juanito, ahora tengo
los millones por espuertas;
no se acaban ni pa dios,
cuantos más salen, más
entran;
me los endiña Griñán
pa gastarlos como quiera;
es mi “nido de reptiles”;
cuando merman las culebras
yo se lo digo a Griñán
y Griñán las complementa”.--
--“¡Joder, es el chollo
padre!
Yo te doy listas de Empresas;
en unas, montamos ERES;
en otras, damos a cuenta
de ampliación o reformas,
los millones que apetezcan
y ellos nos devolverán,
en comisiones secretas
un gordo tanto por ciento
en sobres pardos, sin
señas”.--
Así comenzó el asalto
con ganzúas de influencia
y sacaron los millones,
más que en sacas, en
carretas.
El Juglar busca detalles
y, cuando encuentre, los
cuenta.
Guate, aquí hay zumo de
tomate
que está exprimiendo una
Jueza.
(Madrid, 29 de Marzo de 2013)
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