miércoles, 13 de marzo de 2013

ROMANCE DEL "CLAN PUJOL"


A Elvira Quintero

 

Éste, que fuera Honorable

(con el honor de la capa

que cubría a un gran truhan

de “jeta” mistificada,

o séase, un hábil zorro

vestido con piel de cabra)

ha labrado una fortuna,

debidamente ocultada,

que, de tener voluntad

y un poco de amor a España,

podría, en un santiamén,

borrar la crisis nefasta,

madre del paro brutal

y de prima casquivana.

Jordi nació pequeñín,

le acogieron en dos palma

y llegó al mundo llorando

como un simple gualdrapa;

pero, por esa costumbre

tan ancestral catalana,

en lugar de los chupetes

chupó talones de banca;

el chaval no crecía mucho

pero es verdad que engordaba

y, como ganaba mucho,

pronto se compró una calva.

Dado que Cupido es ciego,

la Ferrusola le atrapa

y, por darla mil caprichos,

emprendió carrera en banca;

mas, por razón de insaciable,

gastaron juegos de cama,

revolcón a revolcón,

hasta montar la camada

compuesta por cinco infantes

que acompañan dos infantas,

sumando los siete infantes

distintos a los de Lara:

unos, “Gloria de Castilla”;

otros, ratas catalanas

propensas al mamoneo

y al engorde de sus cajas.

Allá, en los años ochenta,

con su Banca Catalana

realizó tantos chanchullos

que el dinero se esfumaba;

así, que creciendo a Banco,

vino a quedarse en la nada.

Le procesaron los jueces

por si él se los llevara;

pero Jordi se enfundó

la bandera catalana:

--“Si me atacáis a mí,

atacáis futura Patria”.--

Así fue a tomar pol saco

la “justicia catalana”;

pasando a ser intocables

Honorables y Camadas.

Fueron pasando los años;

La Presidencia ostentaba

e inventó las comisiones

por las obras concertadas;

unas, fueron al Partido;

otras, fueron a las Trapas

donde rige el gran silencio,

allá, en Suiza instaladas.

Él, amante de la pela,

las pelas atesoraba

pa que heredaran sus hijos

en el día de mañana.

Así sigue, de intocable

en justicia catalana;

heredad que dejó a infantes

por ser miembros de su casa.

Caballeros, enfundados

en banderas catalanas,

enamorados del euro,

como de pelas la “calva”.

A Jordi, que es el mayor,

no le digas “tonto el haba”

porque es capitalista

(más bien, astuto pirata)

coge los millones sucios

se va hasta Andorra y los lava;

algunos van a Argentina;

otros, a la mejicana.

Hoy figura en veinte Empresas.

Con su novia transportaba

los millones hasta Andorra

y, en ratos libres, la hostiaba.

Después del primer varón

viene al mundo Doña Marta

que estudió arquitectura;

el Honorable le daba

contratos al por mayor,

que Cataluña pagaba.

Tras Marta viene Josep

el que Europraxis montara;

el muchacho hacía informes

para su padre y cobraba

a precio desorbitado

incluso cuartillas blancas.

Después vino al mundo Oriol,

un político con casta

propenso a los barrizales

donde amasa pasta gansa.

Su padre le hizo heredero

del Partido, por la cara.

Llegó a “Primo Zumosol”:

como jefe de camada

para montar ITVs

sin legalidad ni nada

y, así, mordida a mordida,

se va forrando el gualdrapa,

pues pretende financiar

una Patria Catalana,

donde montar su Justicia

con cárceles muy lejanas.

Pere Pujol Ferrusola

asesoraba Comarcas

desde su Consultoría ;

Generalitat pagaba

sus informes ambientales;

a lo mejor, ni informaba.

Mireia fue bailarina

y, puede, que hasta bailara;

después montó Fisioart

y ejerce fisioterapia.

Tras Mireia está Oleguer;

Puso ladrillos con gracia

y se montó veinte Empresas;

todas son inmobiliarias

y, así, entre unas y otras,

se va forrando de pasta.

Con una compró un complejo

en Bahía Gaditana;

fue polémica la compra

y Oleguer se llamó a andanas.

Para fundar sus negocios

sacan millones de casa

que hay para dar y tomar

ya que el padre acumulaba.

¿Quién le robó a Cataluña?

¿Fueron Pujoles o España?

 

     (Madrid, 14 de Febrero de 2013)

 

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