martes, 20 de noviembre de 2012

ROMANCE DEL "CONFUCIADO"


ROMANCE DEL  “CONFUCIADO”

 

A Carmen Tabarés Rodríguez

 

Como “la tierra es de nadie

pues tan solo es de los vientos”,

que entre Zapatero y primo

descubrieron el invento

que acojonó a Diputados

y a los Presis europeos,

que aun andan alucinados

por el sorprendente aserto,

hoy llegaron de la China,

transportados por los vientos,

unos chinos, confundidos,

con un Confucio, por cierto,

grabado en una medalla

de oro para Zapatero.

El “Rey de las Confusiones”

logró el reconocimiento

de los hijos de Confucio

en las Ciencias del Maestro,

pues nadie en la confusión

navegó, cual Zapatero,

Maquiavelo de León

y en toda la España Memo.

Me pregunto si los chinos

al conceder este premio

no vienen, de confundidos,

al donarle a Zapatero

una medalla de oro

con la efigie del Maestro.

El Confucionismo dice:

“No a apagues llamas con fuego”.

“No debes echar más agua

cuando el vaso ya está lleno”.

“Si no sabes gobernarte

nunca asumas un gobierno”.

“Utiliza la armonía

si quieres próspero pueblo”.

“Nunca aprendas sin pensar

pues puedes resultar necio;

mas pensar sin aprender

suele llevarte al desierto”.

Confucio le donó al mundo

miles de convencimientos

donde el sentido común

vino a establecer su reino

con el fin de llevar mentes

por los caminos más rectos:

un mapa que, si lo sigues,

adquieres conocimientos

que aplicados a la vida

aumentarán tus aciertos.

Estos chinos que, ahora, admiten

la ciencia del “Gran Mostrenco”

que gobernó siete años

con continuos desaciertos,

vinieron muy confundidos

hasta León con el premio;

pues no es el Confucionismo

la ciencia de este Mastuerzo,

que es solo confusionismo

lo que habita su cerebro

y, en su confusión constante,

nos dejó en pleno desierto

donde imperan los recortes

y las subidas de impuestos.

“Zapatero, a tus zapatos”

nos sentencia el refranero

que viene a ser ciencia infusa

cual sentencia del Maestro

y de empíricos estudios

realizados por el Pueblo.

Zapatero, engrandecido

por “listos y por chupópteros,

llegó, como divertido,

a dirigir el Gobierno;

ahora le exaltan los chinos

con la donación de un premio.

Zapatero va a León,

toma el reconocimiento

y recoge la medalla

y se la cuelga del cuello

ante el aplauso de chinos

y el español desconcierto;

ya que el “chico” gobernó

siendo especialista en cueros;

sin pisar zapatería

descalzó a todo el Pueblo.

¿A todo el Pueblo arruinó?

No, que enriqueció a sus deudos

dándoles chollos enormes

con astronómicos sueldos;

hizo Ministros nefastos

sacados de analfabetos

y desgobernó una Patria

discutida por los necios,

pues la hizo discutible

en el propio Parlamento.

El Instituto Confucio

ha confuciado al “Maestro

de la “Confusión Supina”

en la que es todo un experto,

con la medalla de oro

que han colgado de su cuello.

Cosas de la traducción

en dos idiomas diversos,

pues vieron confucionismo

en confusionismo cierto;

pues todo lo confundió

en sus años de gobierno:

confundió gato por liebre,

la deuda por el dinero,

el debe por el haber,

rectitud por choriceo,

talante por prepotencia,

honradez por mangoneo,

la liquidez de la Banca

por las cifras del adeudo,

y, por negarse a la crisis,

se inventó el crecimiento

cuajando de brotes verdes

el más árido desierto.

Confundió vida y aborto,

insumisión con derecho,

también voto voluntario

por comprado en prorrateo

y por leyes democráticas

vino a confundir decretos;

y, entre tanta confusión,

la crisis por crecimiento

y la su riqueza propia

con la ruina de su pueblo.

Hoy llegaron unos chinos

a confuciar al Maestro,

que ha quedado “confuciado”

con la medalla en el cuello.

Aquí paz y después gloria

y en huelga los carceleros.

Son las cosas de los chinos

y un traductor imperfecto.

 

    (Calpe, 27 de Octubre de 2012)

1 comentario:

  1. Gloria al ilustre y genial
    paisano, el gran Zapatero,
    el caradura sonriente
    con garra de terciopelo.

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